martes, 20 de enero de 2009

La reina Sesheshet vuelve de entre los muertos

La que parece ser la momia de la reina Sesheshet ha sido hallada en Saqqara por arqueólogos egipcios encabezados por Zahi Hawass, director del Consejo Supremo de Antigüedades, informa Reuters. La momia, de 4.300 años, está extremadamente ajada -nada que ver con sus rutilantes congéneres del Imperio Nuevo-, y ha aparecido en la cámara funeraria de la pequeña pirámide de la misma reina cuyo descubrimiento fue anunciado en noviembre por el propio Hawass.
Sesheshet no es una reina célebre ni mucho menos (no es una Nefertiti ni una Nefertari), pero se cree que jugó un papel importante en el paso de la V a la VI dinastía del Imperio Antiguo al otorgar de alguna manera legitimidad a su hijo, el faraón Teti, primer rey de la nueva dinastía. Teti, del que sólo se halló en su pirámide un brazo momificado (su madre, si lo es, ha tenido más suerte), sucedió a Unas, último faraón de la dinastía V, considerada la pariente pobre de la esplendorosa IV dinastía, la de Keops, Kefrén y Micerinos.
Hay pocas evidencias históricas sobre Sesheshet: se la menciona como "Madre de Rey" en la tumba del visir Mehu y, sobre todo, como madre de Teti, de pasada, en un pasaje sobre la calvicie en el papiro médico Ebers, lo que no deja de ser curioso.
La momia estaba depositada en un sarcófago, cuya apertura precisó de cinco horas de trabajo, pero los descubridores no mencionan inscripción alguna. La pequeña cámara en que se hallaba la momia había sido saqueada pese a estar sellada la entrada con dos grandes piedras de granito: los ladrones entraron por un agujero practicado por arriba. Sin embargo, se han encontrado fundas doradas para los dedos momificados.
El trabajo que se está haciendo en Saqqara ha de servir para aumentar los conocimientos sobre esta etapa, menos considerada en la imaginación popular que otras del Antiguo Egipto, lo que quizá quepa achacar en parte a que sus reyes llevan esos nombres tan poco sugerentes como Teti y Pepi. Y eso que en sus historias hay detalles tan interesantes y morbosos como que Teti, según Manetón, fue asesinado por sus eunucos y que una de las esposas de su hijo Pepi I fue procesada -no se sabe por qué causa, pero es imposible no pensar en la viciosilla Anck-su-namun de la película La momia-.
Parece (la historia está en una inscripción de un alto funcionario que hubo de investigar la acusación contra una "Grande del Cetro" en el harén real) que esa reina fue declarada culpable y, por tanto, indigna de un entierro adecuado. No sabemos si a Pepi I le afectó mucho el asunto: tenía al menos otras cinco esposas, cuyas pirámides subsidiarias están al sur de la del rey en Saqqara.
Fuente: El Paíshttp://www.elpais.com/articulo/cultura/reina/Sesheshet/vuelve/muertos/elpepicul/20090109elpepicul_3/Tes
Reseña: Roberto Cerracin

sábado, 3 de enero de 2009

El padre del Rey Tutankhamon identificado en inscripción de piedra

Un bloque de caliza inscrito podría haber solucionado uno de los mayores misterios de la historia -quien engendró al Rey Tut-." Ahora podemos decir que Tutankamón era el hijo de Akenatón, " dijo Zahi Hawass.
Hawass descubrió parte de una caliza rota en el-Ashmunein, un pueblo en la orilla oeste de Nilo a unas 150 millas al sur de El Cairo. Una vez recompuesta la losa se puede leer un texto que demuestra como el Rey Tut vivió en el-Amarna con Akenatón y que él se casó con su esposa, Ankesenamón, " viviendo en el-Amarna, dijo Hawass.
El texto también sugiere que Tutankamón jóven se casara con la hija de su padre - su hermanastra. "El bloque muestra a Tutankamón jóven y a su esposa, Ankesenamón, asentados juntos. El texto identifica a Tutankamón como el hijo de "el rey de su cuerpo, Tutankatón, " y su esposa como la hija de " el rey de su cuerpo, Ankesenatón", añadió Hawass.
"Sabemos que el único rey a quien el texto podría referirse como el padre de ambos niños es Akenatón, él mismo. Sabemos de otras fuentes que Ankesenamón era la hija de Akhenatón y Nefertiti. Ahora, debido a esta inscripción, podemos decir que Tutankamón era el hijo de Akhenatón también, " dijo Hawass.
Encontrado entre otras losas de arenisca en el sitio arqueológico de el-Ashmunein, el bloque fue usado en la construcción del templo de Tot durante el reinado de Ramsés II, quien gobernó alrededor del 1279-1213 a.C.
Pero este bloque en cuestión no fue cortado por los trabajadores del templo, sino que fue reciclado y llevado a el-Ashmunein desde el-Amarna , con otros miles de bloques que habían sido usados para construir los templos de Amarna.
Según Hawass, el bloque viene del templo de Aton en Amarna y las formas de los nombres inscritos claramente lo datan al reinado de Akenatón.
El linaje de los faraones egipcios es uno de los últimos desafíos de Hawass. Los investigadores egipcios actualmente realizan pruebas de ADN sobre dos fetos momificados encontrados en la tumba del Rey Tut. " Si el ADN del feto empareja con el ADN del Rey Tut y el ADN de Ankesenamón, entonces nosotros sabremos que ellos descienden de la misma madre, " dijo Hawass.
Puede leerse la noticia en inglés desde:http://dsc.discovery.com/news/2008/12/17/king-tut-father.htmlhttp://dsc.discovery.com/news/2008/12/17/king-tut-father-02.html
Fuente: Discovery Newshttp://dsc.discovery.com/news/2008/12/17/king-tut-father.html
Reseña: Gerardo Jofre

Descubrieron dos tumbas faraónicas

Dos tumbas faraónicas de 4,300 años descubiertas en Saqqara demuestran que la antigua necrópolis del sur del Cairo es aún más grande de lo que se pensaba, anunció el principal arqueólogo de Egipto el lunes.
Un gran cementerio
Las tumbas de roca fueron construidas para altos funcionarios: una para el responsable de las canteras que servían para construir las pirámides y otra para la mujer que se encargaba del entretenimiento de los faraones.
"El descubrimiento de ambas tumbas representa el inicio de un gran cementerio", explicó Zahi Hawass mientras mostraba las excavaciones a los periodistas el lunes.
Las tumbas indican que existe una, aún más vasta, necrópolis de Saqqara a unos 19 kilómetros (12 millas) al sur del Cairo, explicó.
Zona casi inexplorada
Hasta ahora las excavaciones se han enfocado sólo en un lado de las dos cercanas pirámides del rey Djoser y de Unas, el último rey de la quinta dinastía. La zona donde se encontraron ambas tumbas, al suroeste, casi no ha sido explorada.
"Esto significa que el cementerio de la realeza es mayor de lo que pensábamos", indicó Saleh Suleiman, el arqueólogo responsable de la excavación.
Hawass señaló que continuarán los trabajos y que descubrimientos futuros aportarán más información sobre la quinta y sexta dinastía del Antiguo Reino, que mantuvo el poder hace más de 4.000 años.
Arqueólogos entusiasmados
Una de las tumbas mide un metro (aproximadamente una yarda) de ancho y 2,5 metros (2,7 yardas) de largo con una descripción en la entrada sobre el hombre para la cual fue construida, llamado Yaamat. La segunda tumba es dos veces más grande e incluye inscripciones y la imagen de una mujer sentada.
El doctor Aidan Dodson, un investigador del Departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, opinó que aunque las tumbas no son especialmente significativas, el hecho de que la necrópolis pueda ser más grande sí lo es.
"Muestra que las zonas en blanco de los mapas de Saqqara no están en blanco. Simplemente los arqueólogos no las han excavado" señaló Dodson, que no está involucrado en la excavación de las tumbas.
Explorada en el Siglo 19
La zona de Saqqara ha sido explorada durante 150 años, sacando a la luz una enorme necrópolis de pirámides, tumbas y complejos funerarios pertenecientes, en su mayoría, al Antiguo Reino, pero incluyendo elementos de la época romana.
A pesar de años de excavación, los descubrimientos nuevos se anuncian constantemente.
En noviembre Hawass anunció la existencia de una nueva pirámide en Saqqara, la número 118 en Egipto y la número 12 en Saqqara.

Fuente: Univisiónhttp://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=1785172
Reseña: Roberto Cerracin y Manuel Crenes

La Universidad de Jaén descifra Egipto

Investigadores de la Universidad de Jaén, dirigidos por Alejandro Jiménez Serrano, desarrollan un proyecto de conservación y puesta en valor de la Tumba QH 33, situada en la necrópolis Qubbet el-Hawa, Asuán (Egipto). Durante este año ya han realizado la primera fase del estudio con resultados muy positivos. Es el primer proyecto de una universidad andaluza en uno de los yacimientos más prestigiosos de la historia, y nos sitúa a la vanguardia de las investigaciones en Egipto. Está subvencionado por la Asociación Española de Egiptología, la Caja Rural de Jaén, la empresa Guillermo García y la UJA.
La necrópolis de Qubbet el-Hawa es una de las más importantes de Egipto, debido a que era el lugar donde se enterraba a los nobles que controlaban la frontera Sur del país. Tenía una gran importancia por su punto de vista estratégico y por ser una zona con canteras de piedra de gran calidad, donde destaca el granito. Además, esta necrópolis no sólo es importante desde el punto de vista monumental, también lo es desde el punto de vista histórico, ya que contiene inscripciones que han facilitado las reconstrucciones de la situación geopolítica de algunas épocas.
Hasta el momento hay unas setenta tumbas descubiertas, pero se calcula que hay otras tantas sin descubrir. De las descubiertas, no todas están excavadas, por lo que la UJA decidió excavar la tumba QH33. La característica principal de esta tumba era que se encontró a finales del siglo XIX quemada y por esta razón no se había investigado aún, pero el beneficio es que tiene todos los materiales sin tocar.
Los objetivos principales de la campaña de 2008 fueron: el levantamiento topográfico del sitio, y realizar medidas para el fomento del turismo; el estudio geo-mecánico del yacimiento, ya que el material principal de la colina es laarenisca; y finalmente la excavación, documentación y estudio de los materiales de la tumba.
Primera campaña
“Nos encontramos con varios problemas al empezar con la investigación de la tumba. En primer lugar no teníamos planos, ni cartografía, ni bibliografía; el terreno de trabajo era arena de desierto, sin posibilidad de obtener algún perfil arqueológico; y además, era paso obligado de los turistas”, comenta Alejandro Jiménez. “En esta primera campaña, que duró 46 días, pretendíamos limpiar el exterior y colocar una puerta metálica que protegiese la tumba una vez abierta para continuar en campañas posteriores”, explica el investigador principal.

Puerta de la Tumba QH 33, situada en la necrópolis Qubbet el-Hawa, Asuán (Egipto)

El primero de los descubrimientos fue un pozo de 10,32 metros de profundidad, del tamaño exacto para que entrase un sarcófago, donde probablemente se enterró al noble que ordenó construir la tumba, y del que todavía no se conoce su identidad, aunque se piensa que puede ser el padre de uno de los propietarios de una tumba cercana, y por tanto, mantiene una similitud con ella. Con este tamaño es uno de los más hondos de todos los conocidos hasta el momento. “El fondo del pozo está colmatado de piedra, por lo que puede que el enterramiento original esté intacto”, argumenta el profesor Jiménez Serrano. Esperan encontrar en campañas posteriores, comparándola con otras tumbas ya investigadas, otro pozo al lado, ya que en la parte norte se enterraban los hombres, y en la sur las mujeres.
La gran sorpresa durante la excavación del exterior de la tumba, uno de los objetivos principales para la primera campaña, fue la altura de la puerta de entrada a la misma. Se calculó al empezar que la puerta tenía unos 2,5 metros, similar al resto de las tumbas, pero finalmente obtuvieron una puerta de 4,89 metros, lo que la convierte en la puerta de tumba más grande de toda la necrópolis.
Además, desde el primer momento surgen grupos cerámicos datados entre 1800 y 1450 a.C. “Aparecen piezas prácticamente enteras, y algunas excepcionales, como por ejemplo un vaso ritual de carácter funerario, o una estela funeraria de Disi-Menti del 500 a.C.”, confirma el investigador.
También aparecieron restos de pintura en la zona central del nicho, que tras analizarlas dieron como resultados restos de cuadrículas, una mano con un loto, y un ojo. Así mismo se documentaron huesos humanos y restos de momias, y un depósito de piedra perteneciente a sarcófagos antropomorfos y cuadrangulares, restos de caja de madera, y restos de una estatua osiríaca de grandes dimensiones.

Restos de una estatua osiríaca de grandes dimensiones

Durante los últimos días, se realizó un espectacular descubrimiento que todavía no se ha anunciado oficialmente por expreso deseo de las autoridades egipcias.
Para Andalucía es el primer proyecto de una universidad andaluza en uno de los yacimientos más prestigiosos de la historia, poniéndolos a la vanguardia de las investigaciones en Egipto. “Sobre todo, estamos conociendo algunos episodios de la historia de Egipto, conservando el patrimonio de un país que no tiene recursos, y ayudando a que la población local se beneficie del turismo. Si se logra consolidar, conservar, y musealizar este yacimiento, el turismo aumentará y con ello los ingresos de la población local”, concluye Alejandro Jiménez Serrano.
El principal reto para la misión del 2009 es la financiación, para lo que se requiere la colaboración de todas las instituciones que estén interesadas.
Fuente: Andalucia Investiga

http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/noticias/6/excavacionassuan_7584.asp
Reseña: Roberto Cerracin