domingo, 23 de noviembre de 2008

Revelan que Cleopatra era negra, narigona y no se bañaba en leche

CLEOPATRA Y MARCO ANTONIO
Una antropóloga publicó un libro que rompe con todos los mitos en torno al mayor ícono femenino de la historia. Dice que su belleza legendaria fue inventada por los romanos para mostrar que arruinó a los emperadores mediante la seducción.
Joyce Tyldesley, una antropóloga británica, sacó a la venta un libro donde comenta los resultados de su investigación, que derriban la mayor parte de los mitos en torno a la figura de la gobernante egipcia.
Según Tyldesley, Cleopatra tenía mentón prominente, nariz ganchuda, jamás se desenrolló en una alfombra para presentarse ante Julio César ni se suicidó picada por una serpiente.
Dos mil años después, “Cleopatra: la última reina de Egipto”, revela que la mítica figura femenina podría, además, haber sido negra.
“Todos los que piensan en Cleopatra se imaginan a Elizabeth Taylor, pero lo cierto es que no sabemos realmente cómo fue ella”, explicó la investigadora. Y agregó: Hay registros donde se la ve con nariz y mentón grandes. Además, es probable que haya sido negra, ya que su ascendencia materna provendría del norte de África y la paterna de Macedonia. Y en cuanto a los baños de leche, no estoy muy convencida de que hayan ocurrido alguna vez.”
De hecho, su hipótesis es que los romanos crearon la versión de su legendaria belleza, para mostrar que la reina había sido una mujer inmoral y artera que había usado la seducción para destruir a los emperadores Marco Antonio y Julio César.
Incluso, los historiadores sospechan que la hija del emperador Ptolomeo XI, considerada una diosa por sus súbditos, recurría a atributos masculinos para afirmar su autoridad, porque así aparece retratada en algunas esculturas y estatuillas de la época.
Fuente: http://www.26noticias.com.ar/revelan-que-cleopatra-era-negra-narigona-y-no-se-banaba-en-leche-78609.html

domingo, 16 de noviembre de 2008

El caso de la momia Hatshepsut: ¿ciencia o espectáculo?

Escrito por Manuel Juaneda Magdalena
Publicado el sábado, 30 de junio de 2007
Modificado el domingo, 01 de julio de 2007

Desearía volcar algunas reflexiones surgidas al rebufo de la noticia de la posible "identificación" de la reina Hatshepsut en una momia, cuestión de actualidad internacional, de la que, cómo no, también estamos teniendo resonancia en nuestro amigable foro de AE.
Nada me gustaría más como persona interesada en el estudio de las enfermedades en la Antigüedad y fundamentalmente en el Egipto Antiguo de que la coincidencia de la momia de la KV 60 con la famosa reina de Egipto fuera cierta. Creo que es una esperanza compartida por todos. Una ilusión que nos regocija.
Por otra parte pienso, y según expresé en fechas pasadas muy sucintamente, que es muy prematuro extraer uno u otro tipo de conclusiones hasta que el elenco de científicos egipcios -cuya capacidad nunca debiera quedar en entredicho- explique con luz y sin alharaca (a propósito palabra surgida del árabe hispánico) para difundir un resultado del que todavía se desconoce lo más importante: la metodología científica (el qué y el cómo se hicieron la toma de muestras, con qué técnicas se estudiaron, qué tipo de estudios genéticos y cómo se han comprobado su fiabilidad, etc., etc.). Dicho esto, sin dejar de lado otras fuentes arqueológicas y documentales; desconozco si su auxilio se ha tenido en cuenta. Estimo al respecto, que la retrospectiva de la historia del descubrimiento de la momia y de su entorno, de sus circunstancias, no es un tema nada baladí.
Me gustaría, por fin, que los resultados aparecieran en un medio escrito científico, y como tal serio y digno, para valoración y conclusiones de los expertos y estudiosos, y también porqué no, de los curiosos. Que las opciones convergentes y divergentes se expongan por doquier sin miedo a la crítica. Y si fuera preciso, cuando la resolución de la duda surgiera, que un nuevo estudio se volviera a realizar. De la controversia nace la verdad.
Espero, por cierto, que el estudio aparezca algún día sin el acoso de la premura o de la improvisación en un "Science", o en un "Nature", en un "JEA" o en algo parecido al "American Journal of Physical Anthropology"; por citar ciertas fuentes serias y poco sospechosas de causar engaño o de entregarse al mundo de la información que dé más prevalencia al espectáculo y a la simple noticia y a sus potenciales gabelas.
Creo que, y lo digo con la mayor cautela de la que soy capaz, que la Egiptología y sus conquistas merecen un escaparate más digno que el que prodiga la luz, el brillo y el sonido de aquellos medios que se regodean más en el continente que el contenido. Esta cuestión me duele sobremanera y me produce mucho desasosiego porque veo que el atractivo del Antiguo Egipto se canaliza con harta frecuencia en lo fatuo y en lo superficial; y cuando hay gentes de la ciencia que se deleitan en exceso con idéntica insistencia en este abuso.
Me gustaría acabar con un deseo que reiteradamente y siempre con vehemencia vengo comentando desde que nos conocemos: ¿La investigación de la momia es un hecho aislado o por fin forma parte del estudio sistemático de las momias regias del que en otras fechas se anunció como el Egyptian Mummy Project?
Ojalá se consiga desentrañar este y otros misterios que pertenece como es éste el caso al reino de la arqueomedicina.
Entre tanto, hemos de ser pacientes, y esperar los acontecimientos.

fuente: http://www.egiptologia.com/content/view/1920/9/

más información. http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/27/ciencia/1182936693.html

La Maldición de Tutankhamón

Casi siempre, lo que atrae al mundo de la egiptología a la gente es la curiosidad sobre la maldición de Tutankhamon. Aqui he recopilado información sobre articulos de la wikipedia y otras páginas. Espero que lo leais entero y que os guste.

Eloy.

TUTANKHAMON


Los datos de su reinado son breves. Se sabe que fue coronado rey a la edad de ocho a diez años aproximadamente. De acuerdo al egiptólogo James Allen, hacia el año 14 o 15 del reinado de Ajenatón, éste elevó al cargo de corregente a Nefernefruatón, de quién sabemos por los determinativos femeninos de los jeroglíficos inscriptos en su cartucho, que era una mujer. Primeramente se pensó que era Nefertiti, pero el hallazgo en 1973 de un ushebti para Nefertiti del año 12 aproximadamente del reinado de Ajenatón, hace suponer que Nefertiti falleció antes del ascenso de Nefernefruatón coincidiendo con la ausencia de imágenes de Nefertiti en eventos posteriores al año 12 del reinado de Ajenatón; por lo tanto, la enigmática persona nombrada Nefernefruatón muy probablemente una de sus hijas sobrevivientes: Meritatón.
De Ajenatón no se tienen rastros pasado el año 17 o 18 de su reinado, suponiendo entonces que murió para esa época, donde asciende al trono el o mejor dicho la corregente Nefernefruatón junto a un consorte, ignoto hasta el momento denominado Semenejkara. Dicho consorte reinaría por un lapso de tiempo no mayor a un año, dando lugar al ascenso posterior del joven príncipe Tutanjatón quien luego cambiaría su nombre a Tutanjamón. La unión matrimonial de Tutanjamón y Anjesenamón hacen suponer que la hija mayor sobreviviente de Ajenatón, Meritatón, con mucha probabilidad murió al mismo tiempo que su esposo, Semenejkara. De cualquier forma, el lapso de tiempo que va desde el deceso de Ajenatón y la entronización del príncipe Tutanjatón sea de solamente un año.
Heredó prácticamente la misma corte que el faraón herético, así podemos ver que en el cargo de Gran Visir se mantuvo Ay, padre de la La Gran Esposa Real de Ajenatón y abuelo de la esposa del nuevo faraón, la comandancia de los ejércitos estaba a cargo de Horemheb y el tesoro se encontraba bajo la supervisión de Maya.12
El ascenso al trono fue legitimado, —de acuerdo con la costumbre de los antecesores de la Dinastía XVIII— desposando a la princesa Anjesenpaatón, única hija superviviente de Ajenatón y Nefertiti y portadora por tanto de la legitimidad real, que también cambió su nombre cuando se restauró el culto a Amón, pasando a llamarse Anjesenamón.

La imagen de la pareja fue exaltada repetidas veces, ya que en los hallazgos de su tumba aparecen múltiples imágenes de ambos según el estilo artístico de Amarna. Faltan referencias a su posible descendencia, aunque pudieron ser hijas suyas dos bebés cuyas momias se encontraron en la KV62.13
Cuando ascendió al trono, se produjo la restauración de los antiguos cultos, intentando olvidar el interludio que significó la experiencia religiosa de Ajenatón. Por las fechas en que ocurrió esto y la escasa edad que tenía Tutanjamón, muchos estudiosos creen que el abandono del culto a Atón fue debido más a sus consejeros, sobre todo a Ay y Horemheb, que a una propia decisión del faraón.
Asimismo, se especula que el abandono de la capital de Ajenatón, Amarna, comenzó apenas Tutanjamón fue coronado. El arqueólogo Barry Kemp sostiene que el abandono de la ciudad no fue repentino, sino que paulatinamente fueron trasladándose las distintas dependencias estatales (como el tesoro, las residencias reales, los archivos reales, etc.). Posteriormente, durante la época del faraón Horemheb, la ciudad quedaría despoblada, y el golpe final sería dado por los reyes de la Dinastía XIX, quienes utilizarían las construcciones abandonadas como canteras para sus obras faraónicas.
No se conocen campañas militares llevadas a cabo durante el reinado de Tutanjamón (ni estelas ni papiros), lo que lleva a suponer que la situación interna de Egipto era demasiado delicada para emprender campañas militares contra las potencias rivales, sean hititas, mitanios, etc.
Su papel resultó ser mucho más importante de lo que en un principio pareció, y fue un gran constructor que se encargó de reparar los daños cometidos por Ajenatón sobre los templos egipcios. Así, no cabe sorprenderse ante el hecho de que la mayoría de los rostros de las estatuas de Amón de esta época sean los del propio Tutanjamón; esto es explicable desde el enfoque religioso, ya que se creía que el faraón tenía un origen divino y que era engendrado por el mismo dios. El rostro del faraón era la imagen viviente de Dios en la faz de la tierra. Precisamente, su nombre de nacimiento tiene una traducción cercana a ese significado.

Muerte

Murió c. 1327 a. C., a los 19 años de edad, tras reinar nueve años y sin haber podido consolidar su poder. Su prematura muerte dejó una cierta inestabilidad en Egipto, ya que era el último miembro varón de la dinastía XVIII. Le sucedió su consejero y Gran Visir (Chaty) Jeperjeperura Ay, el padre de Nefertiti, que se casó con la viuda Anjesenamón para conseguir la legitimidad dinástica, reinando durante cuatro años. Durante este periodo Ay se ocupó del gobierno interior, mientras el general Horemheb, casado con la hermana de Nefertiti, Mutnedymet, se ocupaba de recuperar el prestigio exterior bastante dañado durante los dos reinados anteriores, y fue posiblemente asociado al trono. Ambos nombramientos fueron apoyados por el clero de Amón, agradecido por los favores políticos recibidos. Tutanjamón en la guerra, a pesar de que no existe ningún archivo sobre su presencia en ninguna. El alejamiento de los motivos artísticos del periodo de Amarna es evidente. Sin embargo, la pierna rota de su momia, y posiblemente su muerte por infección, pudieron ser consecuencia de la caída desde un carro.
Se ha escrito mucho sobre la muerte de este rey-niño y se ha barajado la posibilidad de un posible asesinato. La principal «prueba» consistiría en una fractura en la cabeza que se encontró durante una exploración de la momia que se hizo en 1968 mediante rayos X.22
Si Tutanjamón fue asesinado, uno de los principales sospechosos sería su sucesor, Ay. Otro sospechoso sería el general Horemheb, la persona más adecuada para suceder al joven Tutanjamón en el trono. De hecho Horemheb se convirtió en faraón tras la muerte de Jeperjeperura Ay, c. 1323 a. C., iniciando de forma masiva la damnatio memoriae sobre todo lo relacionado con el interludio de Amarna.
Otros estudios conjeturan que Tutanjamón recibió un golpe post mortem, que ni siquiera fue en la cabeza, sino en la columna, y por tanto, si verdaderamente fue asesinado, no fue por muerte violenta. El radiólogo egipcio Ashraf Selim ha sugerido que los fragmentos de hueso pudieron desprenderse cuando en 1922 el equipo de Howard Carter retiró la máscara de oro del rostro de la momia.
Un análisis mediante escáner, coordinado por Ashraf Selim, confirma que Tutanjamón sufrió una compleja fractura en el fémur izquierdo. Frank Rühli, del Instituto Anatómico de la Universidad de Zúrich, comentó: «La herida desgarró probablemente una importante arteria y estaba abierta... una herida común entre los jinetes... pudo haber muerto en un lapso de pocos días por una septicemia»23
Otras teorías sugieren que el rey Tutanjamón fue el causante de transmitir sus deformidades físicas a sus hijos, pues en su tumba se encontró un feto con un defecto en la columna. Pero ninguna de estas suposiciones son concluyentes y muy difícilmente se podrá llegar a una conclusión certera.
Lo cierto es que a la muerte del rey niño, la gloriosa dinastía que liberó a Egipto de la dominación de los hicsos y lo convirtió en una potencia mundial se extinguió sin dejar un sucesor al trono. Esta situación hace creíble el famoso caso Dahamunzu. La repentina muerte del faraón y la falta de otro príncipe pudo ser la causa de que la reina viuda escribiera una carta al rey hitita Suppiluliuma, acérrimo enemigo de los egipcios, solicitando un príncipe con el que casarse y gobernar. Sin embargo, no se sabe con seguridad si fue Anjesenamón la autora de la carta o si fue Nefertiti a la muerte de Ajenatón.
Tutanjamón no tuvo tiempo de construir su mausoleo, por lo que fue enterrado en una pequeña tumba que no se había construido para él. La sepultura inicialmente prevista para él fue ocupada por su sucesor Ay.

Renacimiento: descubrimiento de su tumba

Su tumba, KV62, fue encontrada en el Valle de los Reyes en 1922 por el británico Howard Carter, constituyendo uno de los descubrimientos arqueológicos con más publicidad de la historia de la egiptología debido a la gran riqueza arqueológica encontrada.
El relieve que posee Tutanjamón no se debe a los acontecimientos de su reinado, que fue breve e intrascendente comparado con el de otros grandes reyes como Tutmosis III o Ramsés II. La relevancia de Tutanjamón en nuestro tiempo se produce con el tardío descubrimiento de su tumba, que es hasta el momento la única tumba real encontrada con un ajuar funerario tan variado, numeroso, bien conservado y prácticamente intacto.
Cabe destacar que, si bien dicha tumba fue violada por saqueadores en la antigüedad, el contenido de la tumba fue restituido y se volvió a sellar. Tres mil años después, en 1922, la tumba fue encontrada por Howard Carter, en una expedición sufragada por Lord Carnavon. A su descubridor le llevó casi una década despejar e inventariar todo el material encontrado.
La riqueza arqueológica encontrada, junto con el excelente trabajo llevado a cabo por Howard Carter y su equipo, permitieron conocer muchos aspectos de la vida del Antiguo Egipto, desde los avances científicos y tecnológicos hasta los desarrollos artísticos plasmados en vasijas, cofres, juegos, armas, etc

Descubrimiento y excavación

Veintiocho faraones fueron enterrados durante 420 años en el Valle de los Reyes y del orden de cincuenta equipos de arqueólogos fueron encontrando la mayoría de los enterramientos que se sabía que existían en el Valle a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX. Theodore Davis, que peinando el valle había encontrado unas treinta tumbas entre 1902 y 1914, declaró que consideraba agotado el yacimiento del Valle. Sin embargo, desde que Davis descubriera en 1907 fragmentos de objetos con el sello de Tutanjamon, Howard Carter estaba convencido de que todavía no se había encontrado la tumba del rey niño y que debía hallarse cerca de la excavación de Davis, en un triángulo de una hectárea entre las tumbas de Ramsés II, Merenpath y Ramsés VI. Durante seis temporadas buscó la tumba en el mencionado triángulo, con resultados negativos, contando con el patrocinio de Lord Carnavon que gastó 25.000 libras. Carnavon dudó en interrumpir las excavaciones pero finalmente acordaron realizar una última campaña.
Comenzada la última campaña, bajo los cimientos de unas cabañas de obreros que habían construido la tumba de Ramsés VI, el 4 de noviembre de 1922 apareció el primero de los escalones de la tumba prácticamente intacta. Recibió el nombre de KV62, por ser la número 62 descubierta en este Valle de los Reyes (King Valley en inglés).26 Carter contrató para que le ayudasen en la excavación varios expertos de reconocido prestigio, entre los que se encontraban conservadores de antigüedades, especialistas en textos antiguos, catalogadores y dibujantes. El Museo Metropolitano de Nueva York le prestó al fotógrafo arqueológico Harry Burton que fotografió todos los objetos encontrados tal como se encontraron en la tumba y también después de retirarlos.
Se trataba de una pequeña sepultura destinada a un personaje no real que debió ser transformada para acoger al rey ante su prematura muerte. Carter y su equipo, supervisados por el gobierno egipcio, fueron retirando y catalogando en un lento proceso los 5.000 objetos que encontraron en las cuatro pequeñas cámaras concluyendo en febrero de 1932. Este material está en la actualidad en el Museo de El Cairo.

En la estancia que Carter llamó Antecámara estaba apilado mobiliario, carros desmontados, armas, vestidos y comida. La que llamó Anexo estaba llena de objetos, preferentemente vasijas, muebles, armas, ungüentos y comida. En la cámara funeraria, la única decorada con pinturas, se encontraron cuatro capillas de madera recubiertas de oro, encajadas cada una dentro de la anterior, que cubrían a su vez un sarcófago de cuarcita roja que contenía tres ataúdes antropomorfos, también encajados uno dentro de otro, de madera chapada en oro, los dos más exteriores ,y de oro macizo el más interior. Dentro del último estaba la momia del joven faraón, con la cabeza y los hombros cubiertos por la célebre máscara. En la cuarta sala, que recibió el nombre de Cámara del Tesoro, se encontraron las vísceras momificadas del rey y objetos empleados en el rito funerario.

Sus restos y objetos en la tumba

En su tumba se encontraron sus restos y sus posesiones que han ayudado a comprender la sofisticación de la vida del Antiguo Egipto. Sin embargo poca información ha aportado sobre su biografía pues no había inscripciones importantes ni documentos sobre él.
Los alimentos que contenía la tumba eran panes y pasteles de trigo y cebada, espalda de buey y costillas de cordero condimentadas con especias y miel, treinta grandes jarras de vino, así como dátiles, higos, uvas y almendras. Entre las armas había 46 arcos, desde uno infantil de 30 cm hasta otro de 1,8 m de largo, mazas, bumeranes y cuchillos. También se encontraron seis carruajes, cuatro de ellos de ceremonia de madera revestida con oro e incrustaciones de cristal y los otros dos más ligeros debían ser para cazar. Debió coleccionar bastones, pues aparecieron 130, todos diferentes de ébano, marfil, plata y oro, entre ellos uno sencillo de una simple caña con bandas de oro con la inscripción una caña que su majestad cortó con sus propias manos. Entre la ropa se hallaron más de cien taparrabos triangulares de lino que se ataban a la cintura y 27 pares de guantes.
Tutanjamon y su esposa Anjesenamón debieron tener dos hijas que nacieron muertas, pues en la tumba del rey se encontraron dos pequeños féretros que contenían dos fetos femeninos, uno de cinco meses de gestación y el otro debió morir al nacer.
Trece capas de lino envolvían la momia del rey; hasta 143 joyas y amuletos se encontraron entre los pliegues de las telas cuyo fin era proteger la transformación del faraón de la muerte a la inmortalidad, entre ellos, la máscara que cubría su cabeza, un pectoral de oro con el dios Horus que le protegía colgado al cuello y, en la cadera derecha, un cuchillo de oro con la hoja de hierro. El estudio de su momia desveló que el rey medía 1,63 metros de altura.

La maldición de Tutankamón

La maldición del faraón es la creencia de que sobre cualquier persona que moleste a la momia de un faraón del Antiguo Egipto cae una maldición por la que morirá en poco tiempo. Existía la creencia de que las tumbas de los faraones tenían maldiciones escritas en ellas o a sus alrededores, advirtiendo a quienes las leyeran para que no entrasen. La maldición asociada al descubrimiento de la tumba del faraón de la XVIII dinastía Tutankamon es la más famosa en la cultura occidental. Muchos autores niegan que hubiese una maldición escrita, pero otros aseguran que Howard Carter encontró en la antecámara un ostracon de arcilla cuya inscripción decía: "La muerte golpeará con su bieldo a aquel que turbe el reposo del faraón".

A principios del siglo XX la mayor parte de la historia del antiguo Egipto era desconocida para la mayoría de la población. Poco se sabía de aquella época, y menos aún de la mayor parte de los faraones egipcios.
Aunque se asocien las Pirámides de Egipto con los enterramientos de los faraones, lo cierto es que solo se usaron en el Antiguo Egipto entre las dinastías III (2650 a. C.) y XIII (1750 a. C.), pero ya en la dinastía XVIII (1300 a. C.) se prefería excavar grandes tumbas con varias salas en el interior de las montañas. Estas salas se decoraban y llenaban de tesoros y en ellas se enterraba a los faraones.
La tumba de Tutankamon de la dinastía XVIII permaneció oculta durante más de tres mil años. Existen evidencias de que fue saqueada y luego restaurada en los meses posteriores a su enterramiento, pero el cambio de dinastía, y la tierra desplazada de los desescombros de otras tumbas próximas provoco que un siglo después del enterramiento de Tutankamon, el emplazamiento de su tumba o incluso la misma existencia del faraón habían sido olvidados. Los ladrones de tumbas de las dinastía XIX y XX incluso llegaron a construir algunas cabañas encima de la tumba sin sospechar de su existencia.

Descubrimiento de la tumba

En el siglo XX, en la década de los años 20, el egiptólogo Howard Carter descubrió la existencia de un faraón de la XVIII dinastía hasta entonces desconocido, y convenció a Lord Carnarvon para que financiase la búsqueda de la tumba que se suponía intacta en el Valle de los Reyes. El 4 de noviembre de 1922 se descubrieron los escalones hacia una puerta que mantenía aún los sellos originales. El 26 de noviembre, en presencia de la familia de Lord Carnarvon, se hizo el famoso agujero en la parte superior de la puerta por el que Carter metió una vela y vio según sus palabras "cosas maravillosas". La tumba, luego catalogada como KV62, resultó ser la del faraón Tutankamon y es la mejor conservada de todas las tumbas faraónicas. Permaneció prácticamente intacta hasta nuestros días hasta el punto que cuando Carter entró por primera vez en la tumba, incluso pudo fotografiar unas flores secas de dos mil años atrás que se desintegraron en seguida. Después de catalogar todos los tesoros de las cámaras anteriores, Carter llegó a la cámara real donde descansaba el sarcófago del faraón desde hacía tres mil años. Y entonces empezaron a morir personas que habían visitado la tumba.

Primeras muertes

En marzo de 1923, cuatro meses después de abrir la tumba, Lord Carnarvon fue picado por un mosquito y poco después se cortó la picadura mientras se afeitaba. En unos días enfermaba gravemente y fue trasladado a El Cairo. Aunque los médicos pudieron detenerle la infección que había empezado a extenderse por el cuerpo, una neumonía atacó mortalmente a Lord Carvanon, que murió la noche del 4 de abril. Se cuenta que a la misma hora de la muerte el perro de Lord Carvanon aulló y cayó fulminado en Londres. Además, cuando la familia recibió la noticia de la muerte en El Cairo, un fallo de electricidad dejó a oscuras la ciudad.
Poco más necesitó la prensa inglesa para airear las leyendas de la maldición de los faraones. Incluso algunos afirmaron que en un muro de las antecámaras estaba escrito: "la muerte vendrá sobre alas ligeras al que estorbe la paz del faraón", aunque en realidad esta frase nunca apareciese en las detalladas notas de Carter y el muro fue derribado para entrar en la tumba. Sir Arthur Conan Doyle se declaró creyente en la maldición, la escritora Marie Corelli afirmó tener un manuscrito árabe que hablaba de la maldición y el arqueólogo Arthur Wiegall publicó oportunamente un libro sobre la maldición de los faraones.
A la muerte de Lord Carnarvon siguieron varias más. Su hermano Audrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el último golpe al muro, para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco después, sin ninguna explicación médica. Sir Douglas Reid, que radiografió la momia de Tutankamon, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después. La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia. Y un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo.
Al proceder a la autopsia de la momia se encontró que justo donde el mosquito había picado de Lord Carnarvon, Tutankamon tenía una herida. Este hecho disparó aún más la imaginación de los periodistas, que incluso dieron por muertos a los participantes en la autopsia. En realidad, excepto el radiólogo, los demás miembros del equipo vivieron durante años sin problemas, incluido el médico principal. El mismo descubridor de la tumba, Howard Carter, murió por causas naturales muchos años después.
A principio de la década de los 30, los periódicos atribuían hasta treinta muertes a la maldición del faraón. Aunque muchas de ellas eran exageraciones, la casualidad parecía insuficiente para explicar las demás. La falta de más escándalos y muertes extrañas disipó poco a poco el interés de los periodistas los siguientes treinta años.

La maldición reaparece

En las décadas de los 60 y 70 las piezas del Museo Egipcio de El Cairo se trasladaron a varias exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados, y los periódicos ingleses también extendieron la maldición sobre algunos accidentes menores que sufrieron los tripulantes del avión que llevó las piezas a Londres.
La última víctima atribuida a la maldición fue Ian McShane: durante la grabación de la película en los años ochenta sobre la maldición, su coche se salió de la carretera y se rompió gravemente una de las piernas.

Explicaciones de la maldición


La explicación más común a la maldición de los faraones es que fue una creación de la prensa sensacionalista de la época. Un estudio mostró que de las 58 personas que estuvieron presentes cuando la tumba y el sarcófago de Tutankamon fueron abiertos, sólo ocho murieron en los siguientes doce años. Todos los demás vivieron más tiempo, incluyendo al propio Howard Carter, que murió en 1939. El médico que hizo la autopsia a la momia de Tutankamon vivió hasta los 19 años.2
Algunos han especulado con que un hongo mortal podría haber crecido en las tumbas cerradas y haber sido liberado cuando se abrieron al aire. Arthur Conan Doyle, autor de las novelas detectivescas de Sherlock Holmes, fomentó esta idea y especuló con que el moho tóxico había sido puesto deliberadamente en las tumbas para castigar a los ladrones de tumbas.
Aunque no hay pruebas de que tales patógenos fuesen responsables de la muerte de Lord Carnarvon, tampoco hay duda de que sustancias peligrosas pueden acumularse en tumbas antiguas. Estudios recientes de antiguas tumbas egipcias abiertas en la actualidad que no han estado expuestas a los contaminantes modernos hallaron bacterias patógenas de los géneros Staphylococcus y Pseudomonas, así como los mohos Aspergillus niger y Aspergillus flavus. Además, las tumbas recién abiertas se convierten a menudo en refugio para los murciélagos, cuyo guano puede transmitir la histoplasmosis. Sin embargo, a las concentraciones halladas típicamente, estos patógenos sólo suelen ser peligrosos para personas con sistemas inmunológicos debilitados. Las muestras de aire tomadas del interior de un sarcófago sellado mediante un agujero perforado al efecto contenían niveles altos de amoníaco, formaldehído y ácido sulfhídrico, que si bien son gases tóxicos también resultan fáciles de detectar en concentraciones peligrosas por su fuerte olor.3
Howard Carter, el principal "implicado", murió el 2 de marzo de 1939 a los 64 años, de muerte natural, 17 años después. Su frase preferida cuando le hablaban de la "maldición", era: "Todo espíritu de comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas". Y añadía:

"Los antiguos egipcios, en lugar de maldecir a quienes se ocupasen de ellos, pedían que se les bendijera y dirigiesen al muerto deseos piadosos y benévolos... Estas historias de maldiciones, son una degeneración actualizada de las trasnochadas leyendas de fantasmas... El investigador se dispone a su trabajo con todo respeto y con una seriedad profesional sagrada, pero libre de ese temor misterioso, tan grato al supersticioso espíritu de la multitud ansiosa de sensaciones". Howard Carter


fuente: wikipedia.es

Articulo muy bueno sobre el penoso cuidado del patrimonio artístico en Egipto

Debería hacerse un esfuerzo en formar debidamente a los encargados de custodiar la riqueza de su propia cultura, empezando por mentalizarlos de que no se debe dejar tocar nada bajo ningún concepto. Algunos no saben ver la riqueza de la que son depositarios, quizá porque están acostumbrados a convivir con ella y no le dan importancia. La verdad es que se ven ciertas actuaciones que ponen un poco los pelos de punta. Podría contar muchas anécdotas sobre esto, pero me limitaré a una: En mi primer viaje (2002), durante la visita a la isla Elefantina, varios vigilantes estaban empeñados en que me hiciera una foto ¡sentada en una estatua de Sekhmet! Como no sólo me negué rotundamente, sino que me indigné muchísimo, me miraron como si estuviera loca. Y esto no es un hecho aislado lamentablemente.


Esto es un ejemplo de lo dicho anteriormente, quizá el apoyar el recogedor no dañe el monumento mucho más de lo que ya está, pero es una muestra de que no se le da mucha importancia. Además, vemos que esa esquina está muy negra, posiblemente por el roce.

Esto solo es una muestra de lo que se da a conocer en el artículo. Recominedo entrar y reflexionar sobre el tema.

Articulo de Mamen Crisóstomo http://www.egiptologia.com/

Artículo completo: http://www.egiptologia.com/content/view/2760/33/



El agua subterránea y la meseta de Giza

Desde hace unos años vienen elevándose voces de protesta y de alarma de Arqueólogos, Egiptólogos y otros profesionales no relacionados con el mundo de la Egiptología, que intentan conocienciar al mundo, sobre todo a Egipto, de que las aguas que invaden el subsuelo de la meseta de Giza y afloran en sus inmediaciones suponen un grave problema para aquélla y para la esfinge.
Durante los tres primeros meses de este año 2008, los Centros de Ingeniería Arqueológica (Archaeological Engineering Centre) de las Universidades de El Cairo y de Ain Shams realizaron estudios geofísicos y ecológicos detallados del entorno de la esfinge, llegando a la conclusión de que el monumento se podía considerar a salvo de la acción devastadora de las aguas…
Pero, ¿cuáles son las causas que provocan esas inundaciones y de que se cree la capa salina alrededor de la esfinge?. ¿Por qué se aumenta el nivel de las aguas subterráneas?:
1.- Por supuesto, sin dudarlo, una de las causas lo es la construcción de la Gran Presa de Aswan.
2.- Sin embargo, la causa principal parecen ser los viejos sistemas de drenaje del suburbio de Nazlet Al-Semman y los alrededores.
3.- También ayudan a ello las técnicas de irrigación utilizadas hasta el momento en las áreas circundantes, como por ejemplo el Golf del Mena House y los jardines del área residencial de Hadaaq Al-Ahram.
4.- El problema se acrecentaba con el bloqueo del canal Al-Mansouriya producido por las basuras y desperdicios acumulados, de ahí que ahora hayan dedicado grandes esfuerzos a su limpieza.
5.- El incremento del área cultivable alrededor de la meseta, no puede obviarse.
Sin embargo, se están poniendo los medios necesarios para evitar que el agua subterránea rebase los casi cinco metros actuales (los mismos que en época faraónica). El Mena House, aplica nuevos métodos de irrigación y recolección de las aguas residuales evitando que alcancen la meseta de Giza. Por su parte, el gobierno egipcio desarrolla varios proyectos de gestión del agua, drenaje, tratamiento de aguas residuales y alcantarillado, como el “Cairo Waste Water Project”.
En abril de este año volvimos a Giza y aprovechamos para sacar una serie de fotografías del área frente a los templos del valle de Kefren y de la propia esfinge. Antes que nosotros alguno ya había hecho una foto de las aguas que inundan parte de la zona, pero apenas era visible su incidencia dada la mínima resolución con que aparecieron en los medios de comunicación.

Como se ve en la fotos del slide que he insertado más abajo, el agua se filtra en esta área en donde se ha desenterrado un antiguo muelle, al que llegaba el agua por unos canales practicados desde el caudal principal del Nilo y de manera natural gracias a la inundación anual que sufría el Nilo antes de la construcción de la Gran Presa de Aswan. Se cree que esas aguas permanecían como subterráneas el resto del año. Parte del puerto utilizado, entre otras cosas, para descargar los bloques de piedra caliza procedentes de Tura y el granito de Aswan, fue hallado hace ya unos años a unos quinientos metros del templo del valle de Kefren; mientras se excavaban lo que serían los cimientos de unos modernos apartamentos apareció un gran muro de caliza y basalto.


fuente: http://www.enemigosdelaegiptologia.com/?p=134

sábado, 15 de noviembre de 2008

Mil quinientos años de historia de Egipto salen a la luz


Quinientos objetos procedentes de las antiguas ciudades de Alejandría, Heraclion y Canopo, desaparecidas a la vez en el siglo VIII d.C., y rescatados recientemente del mar forman la exposición “Tesoros sumergidos de Egipto”.
La muestra, que fue inaugurada ayer por los Reyes en las salas del Antiguo Matadero de Legazpi, donde permanecerá hasta el 28 de septiembre, llega a Madrid precedida del gran éxito conseguido en Berlín, Bonn y París donde ha sido visitada por más de un millón y medio de personas.
En un atractivo y espectacular montaje en una nave de más de 4.700 metros cuadrados, que incluye vídeos de las diferentes prospecciones submarinas, se exhiben estatuas monumentales, monedas, joyería, efigies de gran belleza, objetos de culto, cerámicas, que ofrecen una visión clara de la extraordinaria mezcla de culturas y gentes que hizo del delta del Nilo lo que fue.
Durante la presentación de la muestra, Alicia Moreno, delegada del Área de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, consideró que se trata de una de las exposiciones de mayor envergadura de las organizadas en la ciudad, tanto por sus contenidos como por sus dimensiones. “Es un testimonio único e inédito que ha estado dormido en el fondo del mar”.
A lo largo de doce años de trabajo, el arqueólogo marino Franck Goddio ha descubierto testimonios únicos para la historia egipcia, que datan desde el siglo VII a. C. hasta el siglo VIII d. C., frente a la costa de la moderna ciudad de Alejandría y en la bahía de Abukir.
Perdidas en el mar durante más de quince siglos a consecuencia de desastres naturales, la más avanzada tecnología ha permitido sacar a la luz piezas de arte que abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del periodo de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la Época Islámica.
Los objetos exhibidos, que reflejan la importancia de tres ciudades que, en la antigüedad se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión, “no salen de ningún museo, sino que proceden de los mismos lugares para los que fueron creados. Se reúnen otra vez y se explican unos a otros”, comentó Franck Goddio.
Las influencias de Mesopotamia, Grecia y Roma se mezclan con la milenaria cultura antigua de los faraones. La aproximación y la fusión dieron nacimiento a nuevos modos de vida religiosa y cultural, que dejaron una huella perdurable en el antiguo Egipto.
Alejandría, Heraclion y Canopo encontraron por igual el mismo trágico destino, ya que sectores enteros de las ciudades desaparecieron bajo el mar, como resultado de desastres naturales.
El misterio en torno a estas ciudades mencionadas por antiguos autores que no habían podido ser localizadas por los arqueólogos “quedó resuelto cuando, respaldados por tecnología avanzada, dibujamos un mapa geofísico de la región y se estableció que, en el siglo VIII a. C., parte del litoral se había colapsado y estaba ahora a seis metros bajo el nivel del mar”, recordó el arqueólogo durante la presentación.
A través del recorrido de la exposición se acerca al visitante a las influencias de una serie de conquistadores atraídos por la riqueza del delta del Nilo: los persas, los griegos y la larga dinastía de los Ptolomeos; luego los romanos, con el famoso asunto amoroso entre Julio César y Cleopatra; el auge del cristianismo, que condujo a la destrucción de las figuras de deidades paganas, pero también a su asimilación de forma inconsciente, y, finalmente, la conquista árabe.
Entre las importantes piezas exhibidas, Goddio (Francia, 1947), presidente del Instituto Europeo de Arqueología Submarina, destacó la estatua de una reina- Arsinoe II- de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C y procedente de Canopo, “la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego”.
De gran importancia es también la cabeza de Serapis, la Naos de las Décadas, las dos estelas del faraón Nectanebo I o la placa de oro de fundación de Ptolomeo III.
Via: EFE

Hatshepsut, La gran reina de Egipto


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Documental sobre la vida de Hatshepsut, reina regente de su hijo Tutmosis III. Muy bueno. Espero que os guste

Akhenaton, El rey Hereje


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Documental sobre AKHENATON. Lo recomiendo.

Egipto según cleopatra


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Documental que narra la vida de Cleopatra.

Misterios de Egipto (Documental) Imax


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Otro documental de egipto. Se tiene que bajar el conector del video para poder visualizarlo.

Descifrando el Antiguo Egipto (Documental)

Aqui pongo este documental que merece la pena y es muy curioso.
www.Tu.tv

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Un equipo de arqueólogos descubre en las afueras de El Cairo una nueva pirámide y la atribuye a la madre del faraón Teti



KIM AMOR
EL CAIRO

Los amantes del antiguo Egipto vuelven a estar de enhorabuena. Ante decenas de periodistas, el arqueólogo más mediático del mundo, el egipcio Zahi Hawas, anunció ayer el hallazgo de una nueva pirámide en el complejo de Sakkara, a una veintena de kilómetros al sur de El Cairo. Según aseguró Hawas, el templo funerario --que estaba oculto a una profundidad de 20 metros bajo la arena del desierto-- data de hace más de 4.300 años y pertenece a la reina Sesheshet, de la V dinastía del Imperio Antiguo.Hawas, secretario general del todopoderoso Consejo de Antigüedades de Egipto, dijo que está "cien por cien seguro" de que los restos de la pirámide pertenece a la que fuera la madre del faraón Teti, que reinó del 2323 al 2291 antes de Cristo, y que fue el fundador de la VI dinastía. "La única reina cuya pirámide permanecía todavía oculta era la de Sesheshet, por eso estoy seguro de que es esta", explicó a los periodistas junto a la excavación.El templo funerario mide 22 metros de largo y 5 de alto, pero cuando fue construido medía el triple, explicó Hawas. El arqueólogo dijo que los primeros restos de la pirámide aparecieron hace dos meses, aunque se lleva trabajando en la zona más de dos años. "Es un descubrimiento muy importante. Ayudará a conocer mejor el Imperio Antiguo".

Cámara funeraria

En las próximas dos semanas el equipo de arqueólogos egipcios entrará en la cámara funeraria de la pirámide, que ya está localizada. El considerado como el zar de la arqueología advirtió, sin embargo, que probablemente la pirámide ya haya sufrido en el pasado el acoso de los ladrones de tumbas. Así que no espera encontrar grandes tesoros ocultos. De hecho, mostró a los periodistas un agujero por donde se supone penetraron los saqueadores.No lejos de los restos de la pirámide de Sesheshet está la de su hijo Teti que, aunque pequeña, es una de las más visitadas por los miles de turistas que acuden cada día a la que fue necrópolis de Menfis. También están abiertas al público las de las dos esposas del faraón, Kawit e Ipue. Cuando fue descubierta esta, y pese a haber sido también saqueada, se encontró el esqueleto de la reina en un féretro de madera. El equipo de Hawas no descarta que pueda ocurrir lo mismo con la de Sesheshet.La necrópolis de Sakkara alberga la primera pirámide construida en el antiguo Egipto, la conocida como pirámide escalonada que fue edificada en el año 2700 antes de Cristo. Con el hallazgo de ayer, ya son 118 el total de pirámides descubiertas en el país del Nilo.

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=561084&idseccio_PK=1013

Los fetos de la tumba de Tutankamón serán estudiados

Egipto comenzará una investigación sobre los dos fetos que se encontraron en 1922 en la tumba de Tutankamón. Han esperado todo estos años para empezar a investigar sobre ellos ya que se creen que pudieron ser hijos del faraón pero que nacieron muertos y por eso los momificó y los puso en su tumba para realizar con ellos su viaje al otro mundo. Esta investigación desde luego será hecha con toda rigurosidad y se les realizarán diversas pruebas para probar que efectivamente eran hijos del faraón. Es sorprendente que después de tantos años se pueda saber si dos fetos son de una persona. Hace años nadie podría decir que eso sucedería y gracias al avance de la ciencia y la tecnología podemos saber muchas más cosas sobre el Egipto antiguo que ciertamente apasiona a muchas personas. Este estudio lo que quiere hacer es investigar sobre el linaje del faraón para poder así descubrir también la madre de estos fetos. Sin duda será un estudio apasionante del que ya os informaremos sobre los datos que se obtenga porque desde luego serán interesantes.
http://egipto.pordescubrir.com/2008/08/08-los-fetos-en-la-tumba-de-tutankamon-seran-estudiados.html

Hallan la Cabeza de una Estatua de Granito de Ramsés II en el Delta Del Nilo


Arqueólogos egipcios han descubierto una cabeza de granito perteneciente a una estatua de Ramsés II en el Delta del Nilo, en el norte de Egipto, informó el Consejo Superior de Antigüedades (CSA) en un comunicado

La pieza ha sido hallada en un yacimiento en Tell Basta, en la provincia septentrional de Sharquiya, y estaba enterrada a 1,5 metros de profundidad, ha explicado el ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, en la nota.
Hosni también ha señalado que los arqueólogos egipcios encontraron la cabeza cuando efectuaban excavaciones en la zona.
"Los estudios iniciales demuestran que la cabeza de la estatua pertenece al rey Ramsés II, tiene rasgos definidos, y la nariz y la barbilla están rotas", ha dicho Hosni.
Por su parte, el secretario general del CSA, Zahi Hawas, ha indicado que "las excavaciones en ese yacimiento pueden llevar al descubrimiento de un templo de Ramsés, con los restos de la estatua, que se cree que puede medir 4,5 metros de alto".
Tell Basta es uno de los sitios arqueológicos más importantes de la región del Delta del Nilo, un gran montículo de escombros que indica el emplazamiento de la antigua Bubastis.
Según cuenta el historiador griego Herodoto, Bubastis, que fue la capital egipcia durante la XXII dinastía, estaba considerada como la ciudad egipcia más culta, y en ella se veneraba a la diosa Bastet, representada con una mujer con la cabeza de gato.
En tiempos de Herodoto, la gran fiesta religiosa de Bubastis era la más importante de las que se celebraban anualmente, y de todas partes acudían peregrinos.


http://www.egipto.com/cgibin/forum2004/attachment.php?s=a390305430e6e5a346d19fcf8bbffc2e&attachmentid=17216&stc=1&d=1222605857